Fueron 5 los parámetros evaluados para crear la selección: estabilidad, atención médica, cultura/medio ambiente, educación y infraestructura. A nivel general, la investigación sostiene que vivir en las ciudades hoy es, en el peor de los casos, “un poco mejor” que en 1998. De hecho, las urbes alcanzaron un promedio de 76,2 puntos de 100 posibles, el mejor resultado en 25 años.
Buenos Aires, Santiago y Montevideo son las únicas tres ciudades de América Latina que superaron los 80 puntos en el listado, con la capital argentina registrando un alza de tres puntos en comparación con el ranking de 2022, llegando a los 82,4 puntos.
A nivel mundial, tras Viena (con 99,1 puntos) aparecen Copenhague (Dinamarca) y Melbourne (Australia), con resultados sobresalientes. El resto del top 10 es completado por ciudades de Canadá, Suiza, Australia y Japón. En el lado opuesto, en cambio, el ranking lo cierra Damasco (Siria), como el peor lugar para vivir en estos momentos. En Latinoamérica ese puesto recayó, nuevamente, en manos de Caracas (Venezuela). El listado de los cinco peores lugares de Latinoamérica para vivir lo completan Ciudad de Guatemala y tres urbes mexicanas: Aguas Calientes, Ciudad de México y Santiago de Querétaro.