Una lloradita y seguimos. Imposible no pensar en esta frase y todo por los resultados de la encuesta Cadem 5C donde hay datos interesantes. Uno de ellos, que el 50% de los participantes admite que ha llorado alguna vez en el trabajo.
Siempre hay que tener en cuenta que llorar también puede servir para descomprimir tensiones, bajar los niveles de ansiedad y no sólo eso. Según el psicólogo clínico en la División General Internal Medicine de Northwell Health en Great Neck, Nueva York “llorar puede ser una manera importante de comunicarse y conectar con los demás”.
Eso sí, siempre debes estar alerta a las razones tras ese llanto. Si estás viviendo una situación de acoso y violencia, debes hacer la denuncia pertinente a propósito de la Ley Karin que busca generar ambients de trabajo sanos.
Pero, este no fue el único resultado de este análisis. El 24% asegura haber tenido un romance en la oficina; el 28% reconoce haber llegado con caña a trabajar; el 13% se ha dormido en el baño y el 11% ha presentado una licencia médica falsa.
El 42% declara estar satisfecho con actual su trabajo y un 28% ve probable o muy probable cambiarse de trabajo dentro de los próximos 6 meses, frente al 50% que lo ve nada probable.
Si se trata de súper poderes laborales, al 21% le gustaría ser inmune al estrés, 14% querría tener energía ilimitada, y a 14% le gustaría controlar el tiempo para pausar, adelantar o extenderlo.