Para evitar abusos: Proyecto busca impedir que reincidentes en delitos sexuales obtengan licencia de conducir profesional

Según cifras entregadas a fines de marzo por la Gobernación de Santiago, 9 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de acoso en el transporte público. Lamentablemente, a lo largo de la historia son varios los casos que demuestran esta triste realidad.

Uno de esos ejemplos es el que se dio en 2017 en Valdivia. Durante un viaje, el chofer de un taxi que transportaba a una menor de edad, desvió su ruta para abusar sexualmente de su pasajera.

Con el correr de la investigación, las autoridades se percataron que este hombre era reincidente y que en 2003 fue condenado por violación.

Inhabilitar a los abusadores

Por eso es que un grupo de parlamentarios de diferentes partidos, presentó un proyecto de ley que impide que pueden obtener una licencia de conducir profesional, todas las personas que tengan antecedentes relacionados con delitos sexuales.

La idea va avanzando en la discusión. Todo porque este martes ya fue aprobado en la Comisión de Transporte y Telecomunicaciones del Senado y ahora tendrá que continuar su tramitación en sala.

El origen de la propuesta es el incremento de casos en que conductores de transporte público han agredido sexualmente a niños, niñas y adolescentes. Con el impedimento de obtener este documento, se busca disminuir las opciones de concretar este tipo de delitos usando como medio esta herramienta de trabajo.

“Permitirá ayudar a reducir una creciente estadística, que creemos no es posible seguir aceptando ni normalizar, sobre todo porque más allá de las sanciones aplicadas, los procesos traumáticos para quienes sufren estos vejámenes tienen un alcance insospechado, afectando permanentemente sus vidas”, aseguraron en la propuesta.

Algo que ayudaría a poner freno a una que violencia sigue manifestándose. No por nada, un estudio hecho por el Observatorio contra el Acoso Callejero dejó cifras claras.

Entre las conclusiones, son las mujeres las más propensas a sentirse inseguras en el transporte público y el 95,2% de ellas se ha sentido observadas morbosamente.

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