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Si te gusta cocinar, debes saber que uno de los ingredientes más recurrentes de la gastronomía chilena es la cebolla. Pero no solamente tiene propiedades que dan muchísimo sabor a las comidas.
Antioxidante, antidiabética, contribuye a la salud digestiva y al mismo tiempo, es un remedio efectivo para el resfrío.
Pero eso no es lo único. Ahora los académicos del Laboratorio de Antioxidantes del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos (INTA), descubrieron interesantes beneficios de este alimento.
Uno de los descubrimientos más importantes de esta investigación fueron sus propiedades anticancerígenas.
El doctor Hernán Speisky, director del laboratorio de la Universidad de Chile, explicó que “descubrimos un antioxidante en la cáscara de la cebolla, cuya acción es ejercida a nivel nanomolar.
Esto significa que es tan pequeña que su capacidad de actuar en el organismo superaría a “prácticamente toda otra molécula antioxidante hasta ahora conocida”.
Por otro lado, la doctora Jocelyn Fuentes, agregó que “encontramos e identificamos en la piel de la cebolla que la molécula de benzofuranona (BZF), la forma oxidada del polifenol quercetina, tiene una potencia antioxidante 1.000 veces superior a la del mismo polifenol sin oxidar”.
Ahora el trabajo está centrado en crear un un preparado nutracéutico que contenga el extracto de piel de cebolla estandarizado en cuanto a BZF, esta sustancia con un alto poder antioxidante.
El profesor Speisky puntualiza que “el interés en antioxidantes surge del amplio reconocimiento de qué la ingesta de alimentos ricos en moléculas -que tienen la capacidad para apagar o neutralizar radicales libres- contribuyen sustantivamente a reducir el riesgo de desarrollo de diversas enfermedades crónicas no transmisibles, como son aquellas que afectan el sistema cardiovascular, el sistema nervioso central y diversas formas de cáncer”.
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