No hay duda de que el problema más grande que enfrenta la tierra ahora es el cambio climático, fenómeno que es causado por los seres humanos. Y lamentablemente, otros seres vivos también tienen que sufrir estas consecuencias. Entre ellos, el oso polar.
Un estudio de la Universidad Estatal de Washington investigó los cambios que ha manifestado la especie en el Mar de Beaufort, extremo norte de América. Y las conclusiones a las que ha llegado son simplemente inquietantes.
La investigación observó el comportamiento de ejemplares de osos polares hembra entre los años 1986 y 2016. En el proceso, el equipo descubrió que el rango de territorio en el que estos animales se mueven para conseguir comida aumentó en 64 % de 1999 a 2016.
La razón de esto, es que debido al derretimiento y retroceso del hielo, los osos polares cada vez tienen más dificultades para encontrar alimentos. Y para sobrevivir deben salirse de su territorio habitual de caza y recorrer más kilómetros.
En consecuencia, la especie debe enfrentarse a aguas más profundas y menos éxito en conseguir comida rica en grasa. Viajar largas distancias conlleva un gasto considerable de energía, y como los osos polares no se están alimentando adecuadamente, la salud de estos está en un grave peligro.
De hecho, según World Wildlife Fund (WWF), tan solo en 2021 se avistaron 61 osos polares rondando Ryrkaipi, un asentamiento humano en el noreste de Rusia, algo que no es para nada común porque no hay alimentos que encajen con los hábitos de la especie. Esto demuestra que los osos polares están sobreviviendo en situaciones extremas.
Actualmente solo quedan unos 20.000 osos polares, si estas condiciones se mantienen para estos animales, es muy probable que se extingan en el próximo siglo. Por ahora, la especie está dentro del grupo de peligro de extinción en Estados Unidos.
La crisis climática es un hecho y hay mucha flora y fauna que está pagando las consecuencias causadas por la humanidad. Las acciones de cambio se deben tomar ahora o nunca.