Este aviso se cerrará en segundos
La semana pasado comenzó el proceso de vacunación en el país y lamentablemente ya hay algo que es para un “esto no se hace”. Porque desde el Cesfam de Curicó robaron 40 dosis de vacuna Sinovac.
Ante esto, desde la Policía de Investigaciones ya anunciaron que están haciendo los análisis para encontrar a los responsables. Pero además, hicieron un llamado “si ustedes ven o conocen que alguien generará otra instancia de vacunación, obviamente no accedan a ello”.
¿Por qué? No sólo por el robo, además porque las vacunas en general, necesitan mantenerse en una cadena de frío y eso es algo que debe estar asegurado en cualquier centro de inoculación establecido.
Acá te damos los motivos. En el caso de la “Coronavac”, debe permanecer almacenada en un refrigerador a temperaturas de entre 2 y 8 grados celsius y no se debe congelar. Ahí podría mantenerse estable por hasta 3 años y puede soportar hasta 42 días en temperaturas menores a los 25 grados.
En el caso de la vacuna Pfizer -la otra que está siendo administrada en Chile- necesita ser conservada a -80 grados centígrados, esto es porque es una vacuna que a diferencia de la Sinovac, no está hecha con un virus inactivo. Está basada en el ARN Mensajero de un virus, por lo tanto, las bajas temperaturas ayudan a que ese ARN Mensajero no se degrade y sea aún más efectiva.
¿Por qué es tan importante mantener la cadena de frío? Según la Organización Panamericana de Salud, conservar las vacunas en las temperaturas recomendadas es indispensable para mantener su efectividad y la potencia de esta.
Así que, si alguien te ofrece vacunarte en un lugar que no sea un centro de salud oficial, nadie te asegura que realmente será efectiva.
Romántica TV
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