Hace casi dos años Serena Williams anunciaba su retiro del tenis. Los principales motivos para decir adiós a las canchas fue poder dedicarle más tiempo a sus negocios y fundamentalmente a su familia.
Su hija mayor Alexis Olympia ya tiene 6 años y la segunda, Adira, nació en septiembre del año pasado. Fue justamente con ella con quien se sacó una foto que compartió en redes sociales y con esa foto un mensaje sobre autoaceptación.
Fue en su cuenta de Instagram donde la exdeportista compartió una foto suya en bikini, con su segunda hija en brazos. Ahí publicó “amarte a ti mismo es esencial. Encuentro que tengo que recordarme ese amor propio a través de todas las diferentes etapas de mi vida. Ahora mismo me encanta que mi cuerpo no sea perfecto para la imagen”.
Tras eso Williams, de 42 años, compartió algunas de las cosas que han cambiado en su cuerpo tras su segundo parte y cómo es que enfrenta estos cambios.
“Me encanta que huela a leche – que la leche sostiene @adiraohanian Me encanta conocer una nueva versión de mi cuerpo. Es un cambio, pero es un cambio que ha merecido la pena. Así comienza esta semana, sabiendo que eres amado, y que empieza contigo”.
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Más de 70 títulos ganados, entre ellos 4 medallas olímpicas suma Serena Williams, una de las deportistas más importantes del último siglo. Y una de la cual podemos esperar una publicación como la que realizó.
Es que desde el inicio de su carrera, Serena Williams ha dejado en evidencia las diferencias entre hombres y mujeres en el mundo del deporte. Ahora lo sigue haciendo, recordando las exigencias a las que se enfrentan las mujeres tras la maternidad; una de ellas, conservar un cuerpo hegemónico o dentro de los estándares actuales.
De hecho, cuando confirma su salida del deporte, ella explicó en una entrevista “créeme, nunca quise tener que elegir entre el tenis y una familia. No creo que sea justo. Si yo fuera un hombre, no estaría escribiendo esto porque estaría jugando y ganando mientras mi esposa hacía el trabajo físico de expandir nuestra familia. Tal vez sería más como Tom Brady si tuviera esa oportunidad”.
Además, en esa ocasión aclaró “no me malinterpreten: amo ser mujer, y amé cada segundo de estar embarazada de Olympia. Yo era una de esas mujeres molestas que adoraban estar embarazadas y estuve trabajando hasta el día en que tuve que presentarme en el hospital, aunque las cosas se complicaron mucho del otro lado. Y casi hice lo imposible: mucha gente no se da cuenta de que estaba embarazada de dos meses cuando gané el Abierto de Australia en 2017. Pero cumplo 41 años este mes, y algo tiene que pasar”.