En la historia del cine hay una mujer olvidada y su nombre es Alice Guy. Tuvieron que pasar décadas, para que la primera cineasta fuera reconocida como tal. Nacida en París en 1873 y aunque pasó parte de su infancia en Chile, su experimentación con el cine fue en Francia.
Alice Guy trabajó en una compañía de fotografía, donde comenzó a combinar imágenes en movimiento con arte teatral, rodando, sin saberlo, la primera película en la historia del cine.
Sin embargo, siendo mujer sus intentos por ser visibilizada y reconocida como cineasta, fueron inútiles. Trabajó con los hermanos Luimiere, considerados pioneros en darles movimiento a las imágenes, pero Alice fue quien instaló el lenguaje narrativo en la filmación.
En 1913 Alice Guy escribió Woman’s Place in Photoplay Production, donde denunciaba la exclusión que estaban teniendo las mujeres en el mundo del cine, y a pesar de ser galardonada con la Legión de Honor por el gobierno francés en los años 50, la historia simplemente la borró, sus colegas se atribuyeron sus cintas y su ex marido se otorgó el mérito de sus películas.
A los 95 años, Alice Guy falleció en el más completo anonimato, sin homenajes, sin reconocimientos y sin que su nombre estuviera donde siempre tuvo que estar: como la primera cineasta de la historia.