Gabriela Mistral, nacida como Lucila Godoy Alcayaga, fue una mujer que difícilmente podemos definir en una sola palabra.
Nacida en Vicuña, al norte de Chile, dedicó gran parte de su vida a la enseñanza, lo que le permitió desarrollar una visión crítica respecto a la importancia de la educación pública.
Cumpliendo su rol de educadora, residió en varios países, algo que posteriormente seguiría haciendo pero en una faceta diplomática, siendo cónsul en naciones como España, México y Estados Unidos.
Gabriela Mistral y la poesía
Pero, sin duda lo que más recordamos de Gabriela Mistral es su poesía.
Hasta el día de hoy, es una de las figuras más relevantes de la literatura chilena y latinoamericana, con obras tan destacadas como Desolación, Tala y Todas íbamos a ser reinas.
El mayor reconocimiento de su obra llegó en 1945, año en que Gabriela Mistral se convirtió en la primera mujer latinoamericana en recibir el Premio Nobel de Literatura, un homenaje a su poesía, a su pasión por la vida y a su inmenso legado.