Quienes convivimos con gatos sabemos que no son solo mascotas. Más bien son miembros de la familia con su personalidad particular y exigencias muy claras. Y si hay algo que un gato valora profundamente más allá de una comida sabrosa de Optimum Gatos y una buena ventana para mirar hacia afuera, es un lugar propio para descansar. Un espacio propio no solo satisface su instinto natural de buscar refugio y calor, sino que también es una forma de cuidar de su salud y sus emociones.
¿Por qué la cama es tan importante para un gato?
Antes de explorar los tipos de camas, es importante comprender que los gatos duermen entre 12 y 16 horas por día.
Junto con su buena alimentación Optimum Gatos, este tiempo de descanso es vital para su salud. No es solo por gusto, sino porque su organismo lo necesita para recuperarse, mantenerse sano y reducir el estrés. Brindarles una cama propia tiene beneficios que muchas veces pasamos por alto.
En la naturaleza, los gatos buscan escondites seguros para descansar lejos de posibles depredadores. En el hogar, este instinto se nota en la necesidad de un espacio donde se sientan protegidos, resguardados donde puedan relajarse sin sobresaltos y con la posibilidad de observar sin ser observados.
Por otro lado, ellos son sensibles a los cambios de temperatura. Una cama bien elegida les permite mantenerse cálidos en invierno y frescos en verano.
También un refugio donde retirarse en momentos de ruido o agitación les proporciona estabilidad emocional, y disminuye su ansiedad.
Dormir en una cama limpia, alejada de corrientes de aire o superficies duras, le permite tener una mejor salud de sus articulaciones y su pelaje.
¿Qué tipo de cama es mejor para un gato?
No existe una respuesta única, La mejor cama es aquella que se adapta a la personalidad de tu gato, hay sí varias opciones que cubren distintas necesidades. Aquí te presentamos las más comunes, para entender sus ventajas y desventajas.
Las camas tipo cueva o iglú, son camas cerradas o semicerradas que imitan una madriguera y ofrecen un espacio semioscuro y acogedor. Son perfectas para gatos tímidos y nerviosos. También son excelentes para mantener el calor en ambientes fríos. Tiene la ventaja de que aíslan del ruido, mantienen el calor, y les dan una sensación de protección.
Hay otro tipo de camas que se parecen más a un nido que son redondas (Cojín Circular), tienen bordes elevados y suelen ser muy mullidas, lo que permite al gato acurrucarse cómodamente. Son perfectas para gatos que duermen enroscados o acurrucados, dándoles la sensación de contención y calidez.
Por otro lado, hay camas planas, colchonetas rectangulares abiertas, con bordes bajos que permiten al gato estirarse completamente. Son muy cómodas para gatos grandes y que cambian de postura durante el sueño.
Hay también camas elevadas o tipo hamaca, que se colocan a cierta altura del suelo, ya sea con patas o sujetas a estructuras como ventanas o radiadores. Son perfecta para gatos curiosos y que disfrutan observar desde la altura. También son buenas para climas cálidos, puesto que permiten la circulación de aire, y dan la oportunidad de mirar al exterior o tomar sol.
Por último están las camas térmicas o calefactables, que incorporan un sistema de calefacción (eléctricos o con materiales térmicos) para ofrecer una fuente de calor constante. Son ideales para gatitos cachorros o gatos mayores con inconvenientes de salud, proporcionándoles calor terapéutico y una fuente de confort extra.
¿Qué ropa de cama es mejor cuando tienes gatos?
El tipo de tela y relleno también influye directamente en la comodidad y durabilidad de la cama. Busca materiales que combinen suavidad y comodidad, como algodón, polar o felpa, que sean suaves al tacto y retengan el calor. Pero asegúrate de que la cama permita la circulación del aire para evitar acumulación de humedad o calor excesivo.
Hay que tener en cuenta que los gatos suelen amasar con sus patas o afilar sus uñas. Elige materiales resistentes a las garras y lavados frecuentes.
Para que tengan una limpieza más fácil elige camas con fundas removibles y lavables, esto es importante para mantener la higiene y controlar los olores y el pelo.
¿Dónde es recomendable que duerma un gato?
Una vez elegida la cama, la ubicación es importante para que tu gato la utilice o la ignore. Trata de evitar pasillos, entradas o espacios muy transitados, los gatos necesitan silencio y calma para dormir profundamente. Debe ser un lugar templado, cerca de una ventana soleada si es posible, esto puede ser muy satisfactorio para él.
A algunos gatos les gusta dormir en lo alto, mientras que otros prefieren un lugar, más cerrados y protegidos.
Puedes elegir que esté cerca de donde duermes tú, pero no olvides que a los gatos les gusta la intimidad y por momentos estar solos. Por eso también es una buena opción tener varias camas en distintos sitios de tu casa.
Antes de comprar la cama, tiene en cuenta algunos consejos para elegirla
La cama debe ser lo suficientemente grande como para que el gato se estire cómodamente, pero no tan amplia como para que pierda la sensación de abrigo. Dependiendo de la edad y el estado físico, algunos gatos como los pequeños necesitan camas pequeñas y acogedoras. En cambio, para gatos mayores o enfermos las mejores son la de colchones bajos y firmes que les faciliten el acceso.
Para que tengas en cuenta, algunos gatos tardan más en adaptarse a una nueva cama. Puedes incentivarlos dejando dentro un juguete, una manta con tu olor, pero nunca los fuerces a usarla o la rechazarán.
Los gatos aprecian la higiene
La durabilidad y la higiene de la cama de tu gato dependen en gran medida de un mantenimiento regular. Lava la cama o su funda con frecuencia, siguiendo las instrucciones del fabricante. Esto no solo elimina pelos y olores, sino que también previene la acumulación de alérgenos y ácaros.
La cama de tu gato es mucho más que un simple accesorio, es un elemento fundamental que define su espacio personal, fomenta su seguridad emocional y contribuye a su salud general. Un gato con un lugar de descanso cómodo y seguro es un gato más tranquilo y feliz.