El mundo la categorizó como un “símbolo sexual” a una corta edad, tras su aparición en la saga de “Transformers”. Tuvo años de exposición donde su belleza física siempre fue lo más destacado por los medios, pero aún así ella tenía problemas de autoimagen.
Megan Fox se tomó un tiempo de descanso para dedicarse a sus hijos, pero ahora volvió al cine, las alfombras rojas y a las apariciones públicas.
En una entrevista reciente con la revista British GQ Style contó que tiene aún tiene muchas inseguridades y que sufre de dismorfia corporal: “Podemos mirar a alguien y pensar, ‘Esa persona es tan hermosa. Su vida debe ser tan fácil’. Lo más probable es que no se sientan así consigo mismos”.
¿Qué es la dismorfia corporal?
Es un trastorno de salud mental donde la persona puede pasar horas pensando en una parte de su cuerpo que les desagrada. Su físico les causa ansiedad, se perciben como personas poco atractivas lo que les produce angustia emocional. Suele ser con una parte específica de su cuerpo.
No tiene género y suele comenzar en la adolescencia. Personas con este trastorno pueden padecer otros, de tipo ansioso, depresivo o relacionado con la alimentación.
Algo más común de lo que se cree
Otros artistas también han confesado sufrir de esto, como te lo contamos hace un tiempo, Shawn Mendes es uno de ellos, puedes leer su testimonio aquí. También Kim Kardashian.
Pero está lejos de ser algo que solo afecte a celebridades, hoy con mayor fuerza por las redes sociales, una autoimagen negativa, compararse y exigirse ser perfect@ es algo con lo que muchas personas se identifican, especialmente las mujeres.
Es importante buscar ayuda médica si así se considera necesario. La salud mental es lo más importante.