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A nivel mundial, la falta de acceso a productos de higiene para la menstruación llega a ser un gran problema para las mujeres. Esto se puede notar de manera trasversal, pero sobre todo en segmentos femeninos jóvenes. Para luchar contra eso, Escocia decidió dar un gran paso hacia adelante.
Y es que el país se convirtió en el primero en darle gratuidad a tampones y toallas higiénicas, entre otros, por la Ley de los Productos para la Menstruación que entró en vigencia ayer 15 de agosto. La legislación se hizo realidad gracias al proyecto de ley que fue propuesto por la legisladora laborista Monica Lennon en abril de 2019, el cual fue aprobado unánimemente en noviembre de 2020.
“Las mujeres, niñas y personas que menstrúan nunca deberían enfrentarse a la indignidad de la pobreza menstrual (…). Estoy orgullosa de lo que hemos logrado en Escocia. Somos los primeros, pero no los últimos”, escribió Lennon a través de su cuenta de Twitter.
🩸Women, girls and people who menstruate should never face the indignity of period poverty.
🏴Proud that we are making period dignity for all a reality.
✅Free period products have been widely available in communities ahead of the Act taking full legal effect tomorrow. https://t.co/8Kx3o543cZ
— Monica Lennon MSP (@MonicaLennon7) August 14, 2022
A pesar de este iniciativa ejemplar para los otros países, la realidad es que aún hay muchas mujeres que tienen dificultades para acceder a los productos que necesitan para la menstruación. Según la Unesco, en 2021 130 millones de niñas y adolescentes dejaron de estudiar por diversas razones. Una de ellas, fue la conocida como “pobreza menstrual”.
Chile por su parte no está mucho mejor. De acuerdo a un artículo del SERNAC del año pasado, “un 19% indica que ha tenido dificultades económicas para poder acceder; un 13% ha tenido dificultades de disponibilidad; un 12% ha tenido dificultades económicas y de disponibilidad; y un 5% ha tenido dificultades de acceso a la información sobre este tipo de productos”. Estadísticas que acrecentaron por la pandemia.
En tanto, países como Nueva Zelanda, Estados Unidos, Francia o Alemania, ya han implementado políticas para abaratar los costos en productos de higiene menstrual que son esenciales para las mujeres.
Seguramente, Escocia podría servir de modelo para que otros países también sigan su camino, y de esta manera, reducir la “pobreza menstrual”.
Romántica TV
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