Más perritos, más productividad: Oficinas canadienses ven mejoras en sus actividades gracias a la presencia de mascotas

Muchas personas suelen ver a su mascotas después de un largo día de trabajo y no hay suficiente tiempo para compartir con ellos o sacarlos de la casa más seguido. Ante esta situación, algunas oficinas de Canadá comenzaron a permitir que los animalitos puedan acompañar a sus humanos durante la jornada laboral.

Un ambiente con compañía perruna se vive en Tungsten Collaborative, una empresa de diseño ubicada en la capital del país norteamericano, Ottawa. La compañía tiene una docena de empleados, y los perritos se pasean con libertad en el lugar. Además, hay juguetes y cuencos de comida en el suelo para que los colegas cuadrúpedos puedan sentirse cómodos.

Es más, Daisy, una labradora que tiene su lugar dentro de la empresa, se ha convertido en parte importante de la imagen de la firma. “Muchas de las mayores innovaciones impulsadas por Dave McMullin (vicepresidente de diseño) surgieron en largas caminatas junto a Daisy”, explica la compañía en su sitio web, y agrega que la perra tiene “nueve años de experiencia apoyando a los mejores diseñadores”. La perrita además, cuenta con una breve biografía en la página.

Beneficios en la productividad

La empresa alienta a sus trabajadores a que lleven sus mascotas a las oficinas, hecho que se ha flexibilizado a favor de los empleados después de dos largos años de pandemia. Pero lo cierto es que la presencia de los animales ha generado un aumento en la actividad de sus humanos.

Tungsten Collaborative entró en la lista de Humane Society de empresas que aceptan perros y aumentó su actividad comercial. Además, según una encuesta de la compañía Léger para PetSafe, el 51% de los canadienses se adhieren a la idea de llevar sus perros al lugar de trabajo. Esta postura se acentúa en personas jóvenes. De hecho, el 18% de los empleados entre 18 y 24 años dice que cambiaría de trabajo si su empleador le negara esta opción.

En otra empresa del país, la compañía de construcción Chandos Bird, los empleados se encantan con la presencia de Samson, un Yorkshire terrier rubio de 10 años. En un inicio solo era temporal por conveniencia de su humano Trevor Watt, pero con el tiempo, todos se encariñaron con el perrito y se convirtió en un compañero más.

A pesar de que también están quienes sienten temor por posibles alergias o conductas violentas por parte de los perritos, los datos demuestran que esta nueva política es realmente beneficioso.

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