Debido a que la humanidad ha ocupado gran parte de los hábitats naturales de la fauna silvestre, los animales han tenido que sufrir consecuencias fatales cuando se mueven dentro de su ambiente. Ese es el caso de aquellos que se exponen a los peligros de cruzar carreteras y pistas de vehículos.
Sin embargo, diversos proyectos de construcción buscan reducir el número de muertes de animales que se tienen que trasladar. El mayor ejemplo de esto es el puente más grande que se va a levantar con fines de protección para la fauna: el puente silvestre Wallis Annenberg.
El proyecto se llevará a cabo en el sur de California, Estados Unidos, cruzará los 10 carriles de la autopista 101 en el noroeste de Los Ángeles y conectará dos hábitats cruciales; los animales podrán pasar con seguridad desde las montañas de Santa Mónica, a través de la autopista, hacia las Simi Hills de la sierra de Santa Susana.
Esa seguridad es esencial, pues muchos son los animales que mueren por tratar de moverse de un lado a otro. De hecho, según el Servicio de Parques Nacionales (NPS, por sus siglas en inglés), durante la semana un puma de 18 meses tuvo que cruzar sola porque su progenitora murió atropellada.
El puente Wallis Annenberg es fruto de una colaboración entre la Federación Nacional de Vida Silvestre y el fondo de Conservación de las Montañas de Santa Mónica. Según se estima, la construcción finalizará el 2025.
La situación en Chile
La problemática parece estar presente no solo en países como Estados Unidos. Sin ir más lejos, en Chile también existen estadísticas alarmantes de vida silvestre que está gravemente afectada por autopistas.
Para tener más información, en 2016 la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile y la Universidad de la Serena crearon el proyecto Fauna Impactada en los Caminos y Carreteras de Chile. Este se hizo con el objetivo de tener por primera vez antecedentes de gran escala sobre muertes de animales en carreteras.
Desde los inicios de los registros, en un tramo de 80 km de la provincia de Choapa, Región de Coquimbo, se apuntaron más de 200 atropellos de animales vertebrados, incluyendo a culebras de cola larga e iguanas chilenas, ambos reptiles exclusivos del país.
Hasta el año 2019 se reportaron en el marco de este proyecto más de 1.500 atropellos de animales nativos desde Arica a Punta Arenas, siendo las víctimas más frecuentes las lechuzas, zorros chilla y culpeo, tucúqueres y güiñas.
Considerando la crisis climática y lo dañado que está el medio ambiente, es más importante que nunca generar soluciones para conservar tanto la flora como la fauna del planeta.