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Miles de polacos salieron a las calles este fin de semana a protestar tras conocer la muerte de Izabela.
Se trata de una mujer de 30 años que falleció con 22 semanas de embarazo y a quién se le negó un aborto.
Esto, tras una polémica sentencia de 2020 que ilegalizó el aborto prácticamente en todos los supuestos en el país europeo.
En su caso, los médicos habían dictaminado que el feto no podría sobrevivir al presentar graves anomalías y al haberse perdido todo el líquido amniótico.
Sin embargo, según los profesionales, cuando la mujer llegó a atenderse a un hospital de Pszczyna, su vida no corría peligro.
Según la abogada de la familia de la mujer, se negaron a practicarle un aborto mientras todavía latiera el corazón del feto, lo que acabó causando la muerte de la mujer por shock séptico poco después de que se lo extrajeran por cesárea.
Por lo mismo, miles de manifestantes alzaron pancartas con el rostro de la mujer y con lemas como “podría estar viva”, “derechos de las mujeres, derechos humanos”.
En Polonia, uno de los países católicos más devotos de Europa, solo está permitido abortar si el embarazo es fruto de una violación o si la vida de la madre corre peligro.
Antes, también podía aplicarse en caso de defectos irreparables del feto. Sin embargo, una polémica sentencia del Tribunal Supremo en octubre de 2020, eliminó esta última.
Y aunque el presidente de Polonia, Andrzej Duda, propuso cambiar la ley para permitir el aborto en caso de malformación fetal, el partido gobernante Ley y Justicia de Polonia aún no ha aprobado el proyecto de ley.
La muerte de Izabela ha puesto en evidencia esta polémica ley.
Romántica TV
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