Hace algunos días, Mon Laferte estrenó su séptimo disco y el primero con algunas canciones en inglés.
Tal como ella contó, es un disco muy personal. Grabado en un periodo muy sensible, donde buscaba quedar embarazada y con las hormonas revolucionadas.
Además, estaba muy ansiosa. “Tuve rollos personales, laborales (…) me estaba volviendo loca”, señaló sobre esos meses de grabación.
Y esa es, en parte, la justificación de un tema tan increíblemente honesto, personal y autobiográfico como “A Crying Diamond”.
“Él mató la última gota de su felicidad y se llevó toda su juventud. Y eso lo hace sentir bien. Sabe que Dios lo comprende porque Dios también es hombre”, canta en una parte del tema en inglés.
“Salió y lo quise contar en una canción”
Y es que por primera vez, la artista revela que siendo una niña, fue víctima de un abuso sexual. Ella tenía 13 y él, 40.
Y lo contó a través de la música, su mayor medio de expresión.
”Este es un tema que nunca había querido tocar, que todavía me da mucho pudor, pero que lo puse en la mesa“, explicó a La Tercera.
“De alguna manera empezó a surgir en mí como un instinto maternal desde el momento en que lo empecé a intentar (quedar embarazada). No creo que le pase a todas las personas, todas las mujeres somos distintas, pero empecé a pensar mucho en eso, como en mi niña también, en mi pequeña, en este deseo ultra protector de mi parte. No sé, tendría que analizarme un psicólogo para entender por qué quise contar esto, pero salió y lo quise contar en una canción, a mis 38 recién”, reflexionó.
Sobre el abuso sexual del que fue víctima, señaló que sus más cercanos estaban enterados de lo ocurrido.
Además, dijo que también ha recibido el apoyo de sus seguidores. “Me han mandado mensajes bonitos, aunque no todo el mundo sabe si es una experiencia personal o no“, sostuvo.