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La última gran carta de medalla de Chile en los Juegos Olímpicos probablemente se esfumó este miércoles por la noche.
Si bien estuvo cerca (salió quinta y las cuatro primeras pasaban a la final), finalmente María José Mailliard no pudo lograr su sueño.
Y pese a que le falta competir en duplas junto a Karen Roco, la deportista realizó declaraciones que vuelven a colocar el foco en la salud mental.
Tal como el pesista Arley Méndez o el emblemático caso de Simone Biles, la canoísta aseguró que la presión le jugó una mala pasada.
“Tenía miedo, porque la gente puede ser cruel”, fueron las primeras palabras de la deportista tras su competencia.
Luego, profundizó: “Tenía mucha presión, sentía que la gente esperaba mucho de mí y eso también me jugó en contra. Traté de manejarlo, pero lamentablemente no trajeron a mi psicóloga acá. Me hizo mucha falta, la verdad”, agregó.
“Estaba con muchos sentimientos a flor de piel por la muerte de mi abuela. Todas las cosas me afectaban el doble. Traté de manejar las cosas lo mejor posible, sentía que no estaba ciento por ciento como quisiera“, siguió casi entre lágrimas.
Además, reconoció que no llegó en sus mejores condiciones a Tokio. “No lo quería comentar antes, porque se toma como excusa. Vengo con una lesión en la zona del glúteo y me empezó a doler muchísimo. Hice lo que mejor pude. No podía dar más“, señaló.
Tras su desahogo, en redes sociales la deportista escribió que de todas formas vivió un sueño e irá con todo en su próxima competencia.
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Cabe consignar que salvo la selección femenina de fútbol, ningún deportista nacional contó con apoyo psicológico en Japón.
En el COCh explicaron que esto se debió a las restricciones por la pandemia y que las acreditaciones fueron limitadas, privilegiando a médicos y masoterapeutas.
Romántica TV
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