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La más joven y la única artista textil en ganarlo: Cecilia Acevedo, la chilena que ganó importante concurso de arte en Italia

¡Soy una ganadora! es la frase que eligió Cecilia Acevedo para compartir un tremendo logro en su carrera. Y es que su trabajo fue reconocido nuevamente en el extranjero, esta vez ganando el Premio Botticelli en Italia, que destaca a los mejores artistas internacionales y contemporáneos.

No sólo eso, fue la seleccionada más joven y la única artista textil en quedarse con el galardón este año.

En el evento participaron 600 artistas de 85 países y de ellos 10 eran artistas chilenas. Incluso, Andrea Latorre, orfebre nacional, fue galardonada en su categoría.

Fue en sus redes sociales donde compartió parte de su emoción tras este reconocimiento, “Fui la única artista textil en ganar un Botticelli este año… Tengo el pecho tan inflado ya que he cumplido 2 sueños hoy, el primero es “imponer” el crochet de igual a igual que el pincel, y el segundo fue volver a Florencia y en menos de 3 meses”.

Cecilia comentó en entrevista con Biobiochile “me sentí halagada al ver que muchos consideraban mi trabajo como algo hermoso y diferente a lo convencional. Fue sorprendente observar cómo los espectadores no podían creer que mis obras estuvieran tejidas a crochet. El realismo vibrante que lograba en mis creaciones causaba asombro tanto entre artistas como asistentes”.

 

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Un talento que se evidencia en el “Tejido Vivo”

En un año su obra se hizo visible. Comenzó en 2020 con sus primera figura tejida y en 2021 realizó su primera exposición en Artweek, la Feria Internacional de Arte en Santiago.

Cecilia, artista de 35 años proveniente de Talca, se dedica a la técnica de “croch painting” o “tejido vivo”, algo así como pintar de forma hiperrealista a través del tejido. Desde los 5 años se dedica al tejido y antes de dedicarse totalmente a esto, ejerció como kinesióloga hasta la pandemia.

De ahí, se dedicó a estudiar más sobre este arte y así, mientras terminaba un poncho se dio cuenta de que “tenía que hacerlo obra de arte y enmarcarlo”, aseguró en una entrevista que dio a la Universidad Santo Tomás donde estudió su carrera.

Su propuesta artística se podría definir como el rescate de figuras naturales y del rostro humano para expresar diferentes emociones. Sobre esto aseguró que también es el resultado de la mezcla de su formación profesional y artística. “Siempre me gustó el arte, pero darme cuenta que obras de arte no te mostraban emociones o fallaban, por ejemplo, en la parte anatómica es fuerte, porque no hay profesores kinesiólogos que deberían estar formando en este campo a artistas”, afirmó.

En agosto de 2020 compartío en redes sociales su primera obra de arte y en diciembre ” ya me contactaron en Milán, para participar en un evento súper prestigioso en el tema crochetero. Hice una obra que eran los moái y lo hice en 28 días”.

La obra que realizó “mide 1,50 m por 1,20 m y no pude mandarla física por que las fronteras estaban cerradas, entonces tuve que participar de forma digital y de ahí comenzó a hacerse más conocido mi trabajo”.