Hace 7 años vive en la comuna de Vicuña y fue ahí donde se propuso concretar un sueño, terminar su enseñanza básica y media.
Lucía Warles tiene 72 años y en 2020 decidió ingresar a un colegio de adultos y jóvenes en la comuna. Algo que tenía pendiente, ya que había dejado en pausa su educación en sexto grado.
Por lo mismo, tras finalizar su enseñanza media es que su nuevo objetivo fue rendir la prueba de admisión a la Educación Superior.
“Esto era algo inconcluso que no había podido hacer en mi juventud, pero yo siempre ocupo la frase ‘¡Nunca es tarde!’; si uno quiere hacer las cosas se abre camino, y no es que me quite el sueño o me tenga nerviosa, sino que es cerrar un proceso que estaba inconcluso”, aseguró Lucía.
Un proceso que cuenta que si “me va bien, voy a estar muy feliz, sería un orgullo para mí, para mi familia, para mis nietos. Tengo algunos que son universitarios”.
Su familia es uno de los mayores apoyos con los que cuenta. De hecho contó que le entregan “mucha motivación, me dicen que yo puedo, que siempre he sido un ejemplo para ellos, me dan su apoyo incondicional”.
“No se aminoren por sus años”
Desde este lunes más de 280 mil estudiantes en todo el país rinden la PAES hasta este miércoles. Una de ellas es Lucía Warles, quien llegó al liceo Carlos Mondaca Cortés en Vicuña y tiene claro qué tipo de carrera le gustaría estudiar.
Por lo menos, sabe que sería algo relacionado a lo social y a lo jurídico, “quiero buscar una carrera que ayude a la comunidad como trabajo social o asistente judicial”, señaló.
¿Fue muy complejo para ella? Después de rendir la prueba de Competencia Lectora, asegura que “no fue difícil” y que espera sacar un buen puntaje.
La historia de Lucía Warles es un recordatorio sobre la importancia de creer en las nuevas oportunidades. Por algo, más allá de lo complejo que puede ser volver a estudiar después de tantos años, en los que se dedicó 100% a ser jefa de hogar, sus palabras son una inspiración para quienes estén en una situación similar a la que ella vivió.
“Yo invito a todas las personas, sin distinción de edad, a que no se aminoren por sus años, que no tengan miedo, esta una satisfacción personal muy grande, es sentirse plena, la edad es un número. ¡Nunca es tarde!”.