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A pesar de que fue a través de la música que Olivia Newton John dio sus primeros pasos en el mundo del espectáculo, sin duda fue su rol de Sandy en la película Grease de 1976 lo que terminó por instalar su nombre y su voz en la memoria colectiva.
Premios Grammy, giras internacionales y otras participaciones en el cine le dieron a Olivia el reconocimiento que su talento tanto merecía, pero lo cierto es que el legado más importante de Newton John tiene que ver con el que fue su desafío personal más grande: haber sido diagnosticada 3 veces con cáncer de mama.
El primer diagnóstico fue hecho en 1992. Quimioterapia, mastectomía y reconstrucción mamaria fueron parte de las etapas que vinieron después, con un cáncer que, a pesar de haber entrado en remisión, reapareció en la vida de Olivia Newton John en 2013 y 2017.
Fue esa misma experiencia con la enfermedad la que motivó a la cantante a crear su propia fundación, el Centro Olivia Newton John, donde gran parte de los recursos se destinan al acompañamiento y bienestar de los pacientes y a la investigación de una cura para el cáncer. “No quiero que el cáncer se vea como una sentencia de muerte”, declaró Olivia Newton John en 2020, dos años antes de fallecer un 8 de agosto de 2022 y por el mismo diagnóstico que la acompañó durante 30 años.
Romántica TV
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