Si hablamos de supermodelos que rompen con el estereotipo de belleza, tenemos que hablar de Alek Wek.
La historia de esta mujer comienza en un poblado en Sudán, en el cual creció junto a la guerra civil que vivía ese país, y que la obligó junto a su familia a emigrar a Londres.
Ahí, Alek Wek vivió en medio de la precariedad y la discriminación por su etnia y color de piel. Sin embargo, un día paseando por el mercado londinense, una agente de modelos se acercó a ella para proponerle representarla. Vió en Alek Wek, una belleza única.
Luego de trabajar para importantes diseñadores, se convirtió en una de las modelos más importantes de los años noventa. Sus largas piernas y su cabello corto comenzaron a romper con lo usualmente visto en la alta costura, demostrando que la belleza no es una sola.
En el año 2002, Alek Wek escribió un libro autobiográfico titulado “Alek: de refugiada sudanesa a supermodelo” donde habla sobre el racismo y la discriminación en el mundo de la moda.