Diana de Gales continúa siendo recordada como la princesa que tocó el corazón de los británicos.
Detalles tan simples como su naturalidad, su cercanía con la gente y sus reiteradas salidas de protocolo, convirtieron a Lady Di en la figura más querida de la Corona británica.
Pero no era solo carisma y simpatía lo que irradiaba Diana.
Aprovechando su exposición y su título de Princesa de Gales, Diana ayudó a visibilizar temáticas tan complejas y diversas como la lepra, la salud mental, el SIDA y la violencia doméstica, demostrando que ser parte de la realeza no la hacía menos humana.
Tal fue la entrega de Diana con la gente y el cariño de todos hacia ella, que fue bautizada como “La Princesa del Pueblo”, un título que ni el accidente que le costó la vida en 1997 ha podido eliminar.