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El deporte nacional tiene en su historia a una mujer desconocida y para muchos olvidada. Anita Lizana se convirtió en la mejor tenista del mundo en 1937, la única mujer y primera latina en lograr ese título hasta hoy.
Criada en medio de escuela de tenis de la Quinta Normal y descubierta por su tío, un extenista que en ese entonces daba clases, Anita Lizana ya a los 11 años ganó su primer campeonato, y al descubrir que tenía habilidades para ser una profesional del tenis, decidió irse de Chile.
Nunca dejó de entrenar y con sólo 22 años, en un partido épico, logró coronarse como la número uno del mundo.
Anita Lizana volvió a Chile y fue recibida en La Moneda en medio de ovaciones y halagos de todo el país. No era para menos, Anita fue la primera tenista latinoamericana -sin discriminación de género- en coronarse campeona de un Grand Slam.
Años después casó con un hombre escocés, tenista tal como ella, llamado Ronald Ellis y se fueron a vivir a Europa, lugar donde dejó el tenis y aunque volvió a Wimbledon en 1946, al no tener una buena participación, decidió alejarse del deporte oficialmente.
En 1966 Anita Lizana volvió a Chile y en un Estadio Nacional repleto, los aplausos de los asistentes le recordaron que su hazaña en el tenis jamás ha sido igualada.
Romántica TV
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