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Desde 1992 que las Naciones Unidas fijaron que cada 3 de diciembre se conmemore el Día internacional de las Personas con Discapacidad. O “en Situación de Discapacidad”, ambos términos son aceptados.
Su objetivo es promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad.
A la vez que busca concientizar sobre su situación en busca de una inclusión integral.
En Chile, de acuerdo al II Estudio Nacional de la Discapacidad, de 2015, el 16,7% de la población de 2 y más años se encuentra en situación de discapacidad, es decir 2 millones 836 mil 818 personas.
Para este año, el lema propuesto por la OMS es “Un día para todos”, a través del cual “se busca reflejar la creciente aceptación de que la discapacidad forma parte de la condición humana”.
“Casi todos nosotros experimentaremos una discapacidad temporal o permanente en algún momento de nuestras vidas -afirman desde el organismo-. A pesar de eso, pocos países disponen de disposiciones adecuadas para satisfacer plenamente las necesidades de las personas con discapacidad”.
Y en Romántica hoy además de sumarnos a esta conmemoración, queremos aportar un granito de arena.
Porque sabemos y entendemos que el lenguaje genera realidad, es muy importante saber usarlo correctamente.
Por lo mismo, basados en el manual del Gobierno, publicado en 2017, te queremos mostrar con ejemplos concretos, cual es la manera adecuada para referirte correctamente a las personas en situación de discapacidad.
Así, por ejemplo, te decimos desde ya que términos como “cieguito” o “sordito” hay que evitarlos ya que esto trae un mensaje subliminal de infancia permanente y no de acceso a la responsabilidad ciudadana.
Otro término muy mal utilizado es “discapacitado” o “incapacitado”. Estos términos sugieren que la discapacidad es parte de su definición como ser humano, cuando en realidad no lo es.
Tampoco uses “enfermo”.
La discapacidad no es una enfermedad, es una situación que puede desaparecer si eliminamos las barreras del entorno.
Por ejemplo: las personas ciegas, sordas, usuarias de sillas de ruedas, están en su mayoría perfectamente sanas y su “discapacidad” solo surge cuando no hay lectores de pantallas, braille, sitios web accesibles, intérpretes de lengua de señas, programas de televisión o vídeos con subtítulos, que les aseguren su inclusión plena en igualdad de oportunidades.
Romántica TV
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