Nueva mirada de chilenos hacia un clásico del desayuno
12 de Noviembre de 2025 Amanda Gallardo Álvarez
La margarina ha acompañado a generaciones de chilenos en la mesa del desayuno por décadas. Sin embargo, en los últimos años su papel ha cambiado, ya no se la percibe solo como un cambio de la mantequilla, sino como un producto versátil, funcional y más consciente. Según los últimos estudios de consumo, el 65% de las familias en Chile mantiene el hábito del desayuno todas las mañanas, pero con un giro hacia opciones mucho más equilibradas y saludables.
Hasta la fecha, los consumidores buscan alimentos accesibles, de buen sabor y con beneficios nutricionales reales. Lo que ha impulsado una nueva generación de margarinas fortificadas con vitaminas A y D, libres de grasas trans y, en algunos casos, sin lactosa o de origen vegetal.
Esta reformulación no solo responde a las exigencias del etiquetado chileno que restringe los productos altos en grasas saturadas, sino también a una preferencia clara, comer bien sin pagar de más. Lo que se ha convertido una realidad tangente en los consumidores.
Un cambio en los hábitos del desayuno
Como un grán clásico, el pan con margarina sigue siendo parte del día a día, pero ha evolucionado. Hoy en día convive con alimentos naturales u orgánicos, como la palta, el huevo y los jugos. Además, muchos consumidores optan por untables más funcionales, y ahí la margarina gana terreno, gracias a su aporte de vitaminas liposolubles y su capacidad para complementar una dieta equilibrada.
Además, el crecimiento de las opciones plant-based o veggies, ha logrado que nuevas versiones de este tipo de margarinas, conquisten al público más joven, que se ha volcado a las tendencias del cuidado animal.
Estos son productos sin lactosa, con omega 3 y sin aceite de palma, pensados para quienes buscan un equilibrio entre nutrición, sabor y sostenibilidad.
Lo bueno de la margarina moderna
Los avances en la formulación de este producto han mejorado su perfil nutricional. Las margarinas actuales están libres de grasas trans, ofrecen cero colesterol y aportan vitaminas esenciales para la salud ósea y visual. También son una buena fuente de energía para comenzar el día, especialmente en desayunos que combinan carbohidratos complejos, como pan integral o avena con proteínas como el huevo, por ejemplo.
Otro de sus beneficios relevantes es su versatilidad. La margarina puede usarse tanto como un untable como en preparaciones culinarias, reemplazando al aceite o la mantequilla en recetas dulces o saladas. Además, en panadería, repostería o incluso en salteados, su cremosa textura permite lograr resultados consistentes con menos grasa.
Consume de forma equilibrada
Consumir margarina puede formar parte de una alimentación balanceada si se hace con moderación y siguiendo algunos hábitos simples.
- El mejor momento: Ideal en el desayuno o en las colaciones de media mañana, cuando el cuerpo necesita energía.
- Porciones adecuadas: Una cucharadita (10 g) es suficiente para una rebanada de pan.
- Combinaciones inteligentes: Acompañarla con pan integral, palta o huevos para sumar fibra y proteínas.
- Optar por versiones saludables: Elige opciones fortificadas con vitaminas o sin aceite de palma.
- Conservar correctamente: mantenerla refrigerada y evitar exponerla al calor para conservar su textura y sabor.
A fin de cuentas, la margarina ha dejado atrás su antigua etiqueta de alternativa más barata para posicionarse como un alimento moderno, adaptable y funcional. Gracias a la innovación, hoy es parte de un consumo más consciente y equilibrado, en sintonía con el estilo de vida actual de los chilenos.