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Estudio alemán señala que extender las comidas familiares podría ayudar en la alimentación de niñas y niños

En un estudio de 2015 de la Universidad de Oklahoma, Estados Unidos, se afirma que no es beneficioso para los niños obligarlos a comer o imponerles restricciones alimenticios. Pese a eso, muchas veces, parecer ser una preocupación recurrente de los padres el hecho de que sus pequeños no consuman frutas o verduras. Al respecto, una investigación podría dar una solución.

Se trata de un trabajo académico publicado en la revisa científica JAMA Network titulado “Efecto de las comidas familiares más largas en la ingesta de frutas y verduras de los niños”, 10 minutos extras en comidas familiares puede influenciar en las conductas alimenticias de los infantes.

Para llegar a los resultados, los especialistas investigaron a ochenta parejas de padres e hijos desde el 8 de noviembre de 2016 hasta el 5 de mayo de 2017. A raíz de esto, dieron con que los 10 minutos adicionales aumentaran en un 50% del consumo de verduras y vegetales, equivalentes a una porción adicional de 100 gramos. Esto puede traducirse a unos 2/3 de una taza o una manzana mediana.

¿A qué se debe? entre las razones, los autores explican que puede ser por un mayor tiempo de exposición a los alimentos; frutas y verduras que estén cortados en bocados más convenientes en comparación a otros alimentos; una atmósfera más positiva a la hora de comer durante la condición más prolongada y una mayor sensación de saciedad.

En la misma línea, apuntan a que es propicio adaptarse a las preferencias de los niños (por ejemplo, reproducir música que hayan elegido de fondo) y establecer reglas transparentes (por ejemplo, todos se quedan en la mesa durante un tiempo determinado). Aunque es posible que estas estrategias no siempre funcionen.