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¿Por qué cuesta tanto superar una “relación tóxica”?: El cerebro sería el gran culpable

La pérdida de nuestra autonomía e identidad; el exceso de control por parte de nuestra pareja; empezar a dudar de tus capacidades; ansiedad y falta de seguridad en ti, son algunos de los efectos de una relación tóxica.

Aunque sabemos que no es una situación agradable, lamentablemente es más frecuente de lo que nos gustaría. En 2019, la Fundación Instituto de la Mujer mostró los resultados del estudio, “Amores tempranos: Violencia en los pololeos en adolescentes y jóvenes en Chile”.

Entre los resultados reveló que el 43,4% de los encuestados habría querido saber todo lo que hacía su pareja y con quién estaba, mediante hostigamientos con mensajes o llamadas constantes.

A raíz de todo eso nos preguntamos siempre: ¿Por qué nos cuesta tanto salir de una relación tóxica?

¿Sabías que el dolor de una ruptura es similar al que sentimos cuando nos quebramos una pierna? Esa es una de las conclusiones de un estudio, en el que después de observar varias imágenes de resonancias magnéticas tras una separación, notaron que se iluminan las mismas zonas del cerebro que cuando nos rompemos una pierna.

Las dificultades de superar un quiebre tienen una explicación en nuestro cerebro. Y es que los circuitos neuronales del apego está hecho pensando en nuestros vínculos con otras personas. Es decir, entendiendo que nos cuesta estar o desarrollarnos solos.

Por lo mismo, es que se produce una especie de “efecto rebote” donde te llenas de recuerdos positivos en torno a la relación. Eso quiere decir, que empiezas a recordar las cosas buenas y positivas de tu expareja, dejando de lado las razones que hacían de tu relación algo tóxico.

Por otra parte, una investigación de la Universidad de Utah en Estados Unidos, mostró concluyó que muchas personas continúan en una relación tóxica porque creen que su pareja depende demasiado de ellos. Esto explica que permanecemos en relaciones tóxicas sobreponiendo las necesidades del otro por sobre las nuestras.