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La importancia del árbol “más remoto del mundo”: podría dar pistas para combatir la crisis climática

Ubicado en la isla Campbell de Nueva Zelanda, el árbol abeto de Sitka que mide 9 metros ostenta el récord Guiness de ser “el más remoto del mundo”. Esto porque el ejemplar más cercano a este, se encuentra a 222 kilómetros. Pero además de tener ese reconocimiento, su rol podría trascender a ser clave entregando nuevos datos para luchar contra el cambio climático.

El árbol plantado en 1901 ha estado bajo estudio por un grupo de investigadores. Entre ellas, la la Dra. Jocelyn Turnbull, líder de radiocarbono en el instituo de investigación GNS Science, y que además ha trabajado con distintas agrupaciones científicas para comprender qué está sucediendo con el carbono, una de las sustancias contaminantes y responsables del cambio climático, en el Océano Antártico.

A pesar de que la mejor forma de medir las concentraciones de CO2 es tomando muestras de la atmósfera y complementándolo con datación por radiocarbono de muestras de aguas profundas, Turnbull detalla que tiene un inconveniente.  “No se puede recolectar el aire que estaba allí hace 30 años, porque ya no está”, señaló a The Guardian.

Y para entender mejor la cantidad de dióxido de carbono capturada por el océano en los últimos años, entra en juego la importancia del árbol. “Se nos ocurrió esta idea de usar anillos de árboles (para medir las concentraciones de carbono). Las plantas, cuando crecen, toman dióxido de carbono del aire mediante la fotosíntesis y lo usan para hacer crecer sus estructuras y el carbono del aire termina en los anillos de los árboles“, explicó la investigadora.

“Ha crecido mucho más rápido que cualquier otra cosa (en esa región) y los anillos son más grandes y más fáciles de separar y obtener un registro”, agregó Turnbull.

La científica junto a su equipo ya han extraído muestras del núcleo del árbol, pero los resultados aún no han sido revelados.