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“No he hecho nada para recibir este legado”: Activista austriaca rechazó millonaria herencia

Sólo el 10% de una herencia de 4 mil millones de euros es la que recibió la heredera de una importante fortuna. Su nombre es Marlene Engelhorn y ella recibiría todo lo obtenido por su abuela Traudl, que ocupa el puesto 687 entre las personas más ricas según Forbes.

Traudl Engelhorn es una de las fundadoras de BASF, una de las empresas químicas más importantes a nivel mundial y quería que toda su riqueza la heredara su nieta.

Algo que sólo se cumplirá parcialmente, porque tras la respuesta de la joven, el 90% que ella no aceptará pasará al Estado. ¿Cuál es la razón para decir que no a este legado? Marlene lo dijo así “no es que no quiera ser rica, es que no quiero ser tan rica (…) tanto dinero no te hace feliz”.

Una respuesta que para muchos sería difícil de entregar, pero que para Marlene tiene una explicación “No podría ser feliz. No se trata de una cuestión de voluntad, sino de equidad. No he hecho nada para recibir este legado. Esto es pura suerte en la lotería del nacimiento y pura coincidencia”.

¿Quién es Marlene Engelhorn?

La redistribución de la riqueza; impuestos a los millonarios y cambios estructurales en los altos cargos, son algunas de las peticiones que promueve a través de “Tax Me Now”.

Con ese movimiento, Marlene Engelhorn, quien con sólo siete años ya tenía una fortuna de 1000 millones de dólares, busca que exista más equidad económica en el mundo.

“Como alguien que ha disfrutado de los beneficios de la riqueza toda mi vida, sé lo sesgada que está nuestra economía y no puedo seguir sentada y esperando que alguien, en algún lugar, haga algo”, aseguró Engelhorn en una entrevista con BBC Mundo.

Pero eso no es lo único en lo que está enfocada. Actualmente, forma parte de la iniciativa “Millionaires for Humanity”, que impulsa el aumento o la creación de tasas para millonarios.

También trabaja para Guerrilla Foundation, que busca cambiar sistemas de presión o desigualdad como el heteropatriarcado y son críticos con la filantropía.

Actualmente estudia Lengua y Literatura en la Universidad de Viena, espera que las sociedades democráticas tomen de forma transparente lo que realmente se necesita de las personas con mayores recursos.

“No puedo seguir sentada y esperando que alguien, en algún lugar, haga algo. Hemos llegado al final del camino cuando otras 250 millones de personas se verán empujadas a la pobreza extrema este año”.

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