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Un símbolo de compañerismo: Keyli, la perrita que empuja la silla de su humano con discapacidad para vender dulces

Así como muchas historias de perritos y sus humanos se hacen virales en redes sociales, la de Daniel Martínez y Keyli, una perrita pastor belga, no ha sido la excepción, pues ha llamado tanto la atención de las personas de su ciudad, como de internautas de todo el mundo.

Martínez vive en Ecatepec, estado de México, junto a su fiel compañera perruna. Debido a que sufre de artrogriposis múltiple, condición que le produce inmovilidad en las extremidades, necesita de su amiga para que empuje su silla de ruedas para salir a vender dulces y conseguir dinero. Y es esa alianza la que ha conmovido a los habitantes del lugar e internet.

El hombre crió a Keyli desde que era una cachorra de dos meses. Con el tiempo la educó y adiestró para que pudiera brindarle apoyo, pero en sus propias palabras, en verdad la considera una hija y una muy buena trabajadora. Y no es para menos, porque la perrita hasta es capaz de saber cuándo detenerse o cruzar la calle.

En una entrevista con Telediario, Martínez declaró que su sueño es construir un albergue para que perritos callejeros puedan refugiarse. Lamentablemente, también expresó que muchas veces se encuentra con dificultades en la calle. Como por ejemplo, cuando no le permiten subir al transporte público con Keyli.

@brendabriones9 #lomashermoso#tierno que vi el dia de #hoy 🥹🧡#elmejoramigodelhombre ♬ sonido original – Brenda Briones

Apoyo y críticas

La historia se ha vuelto a viralizar gracias a una publicación en Tik Tok de la usuaria Brenda Briones. Y dentro de los comentarios, por más que la gran mayoría denota aplausos y ternura, también están quienes muestran preocupación por el animal.

Lo veo muy cansado, ha de tener sed. Si lo ven denle agüita“, dice una de las opiniones. En la misma línea, Daniel ha explicado a los medios que más de una vez lo han acusado de maltrato animal.

Independiente de todas las adversidades, Martínez sale todos los días a trabajar con la envidiable compañía de una leal amiga perruna que no duda en seguirlo.