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¿No mereces tus éxitos?: Las huellas profundas del Síndrome del Impostor y cómo enfrentarlo

¿Has pensado que las cosas buenas que te pasan, no las mereces?. Por si no lo sabías, esto puede ser una señal del llamado “Síndrome del Impostor”, una condición que en algún momento de su vida, el 70% de las personas lo ha padecido.

Entre las mujeres que han hablado abiertamente sobre esto se encuentran Emma Watson; Michelle Obama y Meryl Streep.

Hace poco, Taylor Swift presentó en el Festival de Cine Tribeca, en corto dirigido por ella “All Too Well: The Short Film”.

Tras esa presentación, la cantautora habló lo que significó para ella lidiar con el Síndrome del Impostor. “Tenía en la cabeza el síndrome del impostor que me decía: ‘Tú no sabes hacer esto, hay personas que han estudiado para dirigir”, afirmó Swift.

¿Cómo sé si tengo el “Síndrome del Impostor”?

Aunque fue descubierto primero en mujeres, por las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes, y el tiempo ha demostrado que sigue habiendo una mayor prevalencia en ellas.

De hecho, según un estudio recogido por Forbes México, el 75% de las mujeres, sin importar en qué área trabajen, han sentido sus efectos en algún momento de su vida.

Hay algunas preguntas, que en caso de tener una respuesta afirmativa, pueden ser un indicador. Entre ellas se encuentran:

  • ¿Puedo dar la impresión de que soy más competente de lo que soy en realidad?
  • ¿Tengo miedo a que los otros me evalúen?
  • ¿A veces siento que mi éxito se ha debido a la suerte?
  • ¿Es difícil para mi aceptar cumplidos o elogios sobre mi inteligencia o logros?
  • ¿Cuando he tenido éxito en algo y recibo reconocimiento por mis logros, tengo dudas de que pueda seguir repitiendo ese éxito?
  • ¿A menudo tengo miedo de fallar en un nuevo trabajo o proyecto?

Es que el Síndrome del Impostor puede hacer que quien lo tenga, sufra de una sensación constante de que nunca será suficiente lo que hagan. La constante inseguridad y ansiedad en la que viven, hace que pasen temerosos de que alguien descubra que son una especie de fraude.

Según explican desde el sitio Psycology Today, esta sensación es más habitual en personalidades perfeccionistas, quienes luchan contra la autoeficacia. Además, puede tener una raíz en la infancia.

Se repite en personas que tuvieron padres sobreprotectores; o que te presionaban para rendir académicamente; o en el caso de tener una hermana o hermano muy exitoso, con el que fuiste comparado constantemente.

¿Qué puedo hacer para superarlo? Desde el mismo sitio web recomiendan:

“Reflexionar sobre tus logros concretos, compartir tus sentimientos con un ser querido (preferiblemente fuera del entorno que genera el síndrome del impostor), esperar cometer errores al comienzo de una nueva experiencia y buscar un mentor que haya trazado un camino similar son algunos de los pasos concretos que pueden ayudar a combatir el síndrome del impostor”.