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“Mi primer mandado”: El programa japonés que ha generado debate por mostrar a menores de 5 cumpliendo encargos

Seguramente, la buena crianza es algo fundamental en cualquier país del mundo. Pero esto no quiere decir que los métodos de enseñanza sean iguales en distintos lugares. Así lo demuestra un programa japonés que muestra cómo niños de apenas 2 años salen solos a la calle a cumplir encomiendas.

“Mi primer mandato” es un programa que comenzó a emitirse en 1991, pero en 2013, Netflix estrenó una reedición de este con episodios más cortos y adaptados a un público internacional. Cada capítulo dura unos 15 a 20 minutos y muestra la travesía de niños pequeños para cumplir los encargos de sus padres.

A pesar de que en otros países esta práctica se puede ver como algo peligroso o negativo, en Japón se considera algo común. La autosuficiencia e independencia de los niños japoneses se fomenta a corta edad enviándolos a recorrer calles sin compañía alguna, algo que de hecho, se puede hallar desde hace más de un siglo según el libro “Bushido” de Inazō Nitobe.

Algunos cumplen y otros lloran por no haber cumplido

El pequeño Hiroki de poco más de 2 años fue el protagonista del primer capítulo. Después de recibir una charla motivacional por parte de sus padres, el menor salió con la misión de comprar cuatro cosas que tiene anotado en su mente. Además, sus tutores pusieron un micrófono dentro de un bolsillo que tiene Hiroki en el pecho para monitorear.

Las personas que se encargan de la grabación del programa no pueden asistir a los niños ni revelar su presencia durante el seguimiento a los infantes. Por eso Hiroki depende solamente de él mismo en la tarea. Y a pesar de que tuvo dificultades, el niño logró volver a su casa y ser recibido con orgullo en su casa.

Sin embargo, no todos los episodios muestran una travesía tan exitosa. En otro capítulo, la pequeña Yuka tuvo la misión de llevar un delantal al lugar de trabajo de su padre y a la vuelta, recoger un reloj. Yuka logró la primera parte, pero se equivocó con la dirección de la segunda y no pudo contener el llanto cuando llegó donde su madre frente al error.

La madre fue comprensiva, pero Yuka teniendo solo 2 años, sintió que decepcionó a la mujer y no paró de llorar. “¡Iré… iré, mami!”, dice la pequeña con intenciones de reemprender la tarea y enmendar la falla.

Opiniones divididas

Aunque una parte del público ha reaccionado con ternura al programa, lo cierto es que “Mi primer mandado” no está eximido de críticas por la exposición que tienen los menores a situaciones de responsabilidad sin apoyo.

Por ejemplo, la escritora de libros con temáticas de niñez y paternidad, Tanith Carey, expresó su discordancia con el programa.  Se equivoca (la producción) al convertir a los niños pequeños en figuras divertidas y reírse de ellos pidiéndoles que realicen tareas para las que no están preparados desde el punto de vista del desarrollo”.

Es más, incluso hay personas dentro de Japón que no ven con buenos ojos este tipo de emisiones. Según estudios del Ministerio de Justicia del país, la delincuencia es mayor de lo que creen las personas que declaran en departamento policiales.

“Japón está lleno de peligros en la realidad. Este mito de la seguridad está fabricado por los medios de comunicación“, expresó  Nobuo Komiya,  criminólogo de la Universidad Rissho de Tokio.

Independiente de las distintas posturas, es necesario recalcar que al final del día todo depende de las creencias culturales y la seguridad social que varía según el país en el que se encuentran los niños.