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Resultados alarmantes: Estudio UNICEF revela que en Chile los padres siguen considerando la violencia para enseñar

Hace una semana el ministro de Educación de Reino Unido hizo noticia por defender la libertad de los padres para utilizar castigos físicos para enseñar. Y a pesar de que parezca algo ajeno, en Chile esa forma de crianza también causa preocupación. Al menos así lo alerta un nuevo estudio.

Se trata de la investigación Conocimiento, Aptitudes y Prácticas (CAP)  “Violencia contra la niñez y la adolescencia en Chile” realizada por UNICEF, Centro de Estudios Justicia y Sociedad (CJS) y la Dirección de Estudios Sociales (DESUC) de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

En esta se reveló que el 47% de los padres siguen considerando al menos una práctica violenta para disciplinar a sus hijos. Mientras que el otro 53% solo considera métodos positivos y efectivos.

la violencia física y psicológica contra niños y niñas tiene un profundo impacto en los primeros años de la vida y deja huellas en su desarrollo emocional, cognitivo y social, además de vulnerar el derecho a recibir un buen trato y a ser protegido de toda forma de violencia”, explicó Paolo Mefalopulos, representante de UNICEF en Chile.

Violencia psicológica

Aunque aún hay muchos padres que emplean golpes físicos para educar, está más que claro que es algo perjudicial. Sin embargo, la violencia psicológica también es un punto clave y el estudio revela que no existe gran consenso en eso todavía.

Los tutores que no están seguros de si los castigos psicológicos están bien o mal conforman un 30%. Este porcentaje aumenta a 44,9% cuando se trata de padres que fueron víctimas de esa violencia en la infancia.

Además, un 5% de los cuidadores admitieron haberle dicho tonto, flojo o palabras similares a sus menores. El 22% confirmó haberle gritado alguna vez a sus niños y un 14% validó en alguna medida esta forma de educar.

Es necesario romper el círculo

Esta clase de prácticas no tiene ningún origen desconocido, bien se sabe que la antesala es que los mismos padres que consideran la violencia fueron quienes a la vez, sufrieron de esta.

El estudió sacó a la luz que el 61,5% de los padres que fueron víctimas de castigos violentos aprueban repetirlo con sus hijos. El porcentaje disminuye cuando se trata de cuidadores que fueron violentados pero que no consienten esa forma de enseñanza, en detalle 43,7%.

No repetir lo errores de las generaciones anteriores para mejorar la vida de las futuras es algo esencial a tener en cuenta. Si no se rompe el círculo, seguirán habiendo personas con un mayor grado de infelicidad.