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No todo tiene que ser malo: Los efectos positivos y negativos del cambio de hora

Este sábado 2 de abril, a las 00:00 horas, tendremos que atrasar los relojes. Eso quiere decir que tendrás que retrasar una hora tu reloj, dejándolo a las 23:00 horas. Excepto para la región de Magallanes y la Antártica Chilena.

Pero el cambio de hora genera algo de división entre quienes creen que no es necesario y los que están a favor de modificar el correr de los relojes.

Sobre este tema, ya habló el ministro de Energía, Claudio Huepe, quien señaló que  junto al Comité Técnico Interministerial del Horario evaluarán la continuidad de esta modificación.

¿Cómo nos afecta el cambio de hora? Esa es una pregunta que la respondemos todos los años en base a la experiencia personal. Lo que sí es cierto, es que especialistas de la salud avalan los efectos que podría tener en nuestro “ritmo circadiano”. O en lenguaje más simple, nuestro reloj biológico, pero además de eso, puede provocar

  • Incremento de trastornos del sueño.
  • Disminución de la concentración.
  • Somnolencia, trastornos del ánimo e incluso alimentarios.

¿Es mejor el horario de invierno o verano?

En todo caso, la neuróloga y especialista del Centro del Sueño de Clínica Santa María, Carolina Torres, explicó que el hecho de que amanezca más temprano, también puede tener resultados positivos:

“Vamos a ganar una hora de sueño y despertaremos con más luz. A algunos no les gusta este horario porque se oscurece más temprano, pero lo ideal es que los seres humanos hagamos las actividades que requieran más atención y concentración en la mañana”.

Torres explica también que el horario más indicado para nuestros organismo, es el horario que comenzaremos a experimentar desde este domingo 3 de abril.

“Se ha demostrado que las modificaciones de horario no son sanas para nosotros, no debiéramos quedarnos en el horario de verano, ya que hay más riesgos de accidentes de tránsito, trastornos de ánimo, incluso enfermedades cardiovasculares. Por eso, el mensaje de los especialistas en sueño es que debiésemos preferir el horario de invierno”, aseguró la doctora.

Algo en lo que coincide la neuróloga y especialista en Medicina del Sueño de Clínica Dávila, Evelyn Benavides, explicando que “el horario de invierno hace que tratemos de utilizar principalmente la luz de la mañana para realizar nuestras actividades y menos hacia la tarde, para tratar de que funcionemos más matinalmente”.

Recomendaciones para enfrentar mejor el cambio de hora

Para la doctora Benavides una de las soluciones más efectivas es poder planificar con días de anticipación el cambio “Lo ideal sería unos dos o tres días antes empezar a acostarse y levantarse 20 minutos antes, para llegar al lunes siguiente más adecuados a este nuevo ciclo. Además, mantener nuestras actividades lo más matutinas posibles, actividad física e intelectuales en la mañana, y en la tarde las que sean menos pesadas del punto de vista cognitivo y físico”.

Entre otras recomendaciones están el no usar pantallas antes de acostarse; no dormir siesta; no tomar estimulantes; tener un rato par relajarse antes de ir a dormir, entre otros.

En el caso de niñas y niños es necesario establecer una rutina de sueño, pero además es importante que se mantengan lejos de las pantallas antes de dormir. Algo que explica Paola León, neuróloga infantil de Clínica Vespucio, “es super negativo que los niños estén con pantallas en la noche, la hormona melatonina, que se secreta solo cuando hay oscuridad, se ve muy afectada por lo que si tenemos luz no vamos a permitir que nuestro cerebro la produzca”.

Y es que no debes olvidar que una buena calidad de sueño es fundamental para nuestro funcionamiento y las horas de descanso varían según la edad. En el caso de los preescolares es de 9 a 10 horas, 9 horas para escolares y 8 para adolescentes en educación secundaria.

El descanso es necesario para que el organismo aumente su inmunidad, cicatrización y recuperación de enfermedades, entre otros.