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Una emocionada Angelina Jolie pidió a Congreso estadounidense cambiar ley de Violencia hacia la Mujer

Creo firmemente que sin justicia no hay paz, ningún tipo de paz duradera“. Esa es una de las frases que resume lo que motiva a Angelina Jolie que desde hace unos años destaca por su trabajo humanitario.

Embajadora de Buena Voluntad para la Agencia de Refugiados de la ONU, la actriz no duda en compartir su voz con quienes muchas veces, no la tienen y esta vez no fue la excepción.

La protagonista de “Eternals”, llegó hasta el estrado del Congreso de Estados Unidos para entregar un mensaje necesario.

En 2019 el parlamento dejó que expirara una ley que desde 1994 ayudaba a financiar programas para amparar a víctimas de maltrato y abuso sexual. No sólo económicamente, también cooperando para que encuentren justicia en las cortes.

Durante el gobierno de Donald Trump, los republicanos se negaron a incluir a las personas transgénero en los amparos de esta ley. Para solicitar su aprobación y restitución es que Jolie dio un claro y conmovedor discurso.

“Solo puedo pensar en todos aquellos a los que se les hizo sentir que no tenían poder”, aseguró la artista con la voz notoriamente quebrada.

En medio del silencio de la sala y con Jolie notoriamente sobrecogida por el momento, siguió con su discurso:

“Sobre todo, quiero reconocer a los niños que están asustados y sufriendo en este mismo momento y a las personas para las que esta legislación llega demasiado tarde. Las mujeres que han sufrido a través de este sistema con poco o nada de apoyo y que todavía soportan el dolor de sus abusos. Los adultos jóvenes que han sobrevivido los abusos y han salido fortalecidos, no por el sistema sino a pesar del sistema. Y las mujeres y niños que han muerto, pero que podían haber sido salvados”.

Palabras que no son nada extrañas, viniendo de alguien que ha visitado al menos 40 zonas de especial importancia humanitaria. Y además de sus dos Oscar y tres Globos de Oro, tiene un premio de Acción Humanitaria entregado por la ONU.

Ahora el compromiso es dejar en claro que las víctimas no pueden quedar desamparadas, mucho menos, por quienes deben resguardarlas.