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No más acoso callejero: Temuco endurecerá las sanciones contra acosadores

No es novedad, lamentablemente, que las mujeres sufran de acoso callejero en el día a día. Piropos, comentarios sexuales y hasta acoso físico son lo que la gran mayoría de la población femenina ha tenido que sufrir.

Según el Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC), un 97% de las mujeres ha sufrido algún tipo de acoso en la vía pública.

En ese contexto, hace dos años se promulgó la Ley Contra el Acoso Callejero que busca frenar las conductas vejatorias hacia el segmento femenino. Sin embargo, hay una municipalidad que decidió ir más allá.

Recientemente, el Concejo Municipal de Temuco decidió por unanimidad prohibir y sancionar distintos tipos de acoso en lugares públicos.

La medida había sido discutida con el Departamento de Igualdad de Género de la Municipalidad de Temuco y distintas organizaciones feministas, de inmigrantes y de disidencias sexuales.

Frente a la nueva medida, el alcalde de Temuco Roberto Neira expresó que “No puede ser que una mujer no pueda caminar tranquila por las calles por temor a ser acosada, o que tenga que viajar en la locomoción colectiva con miedo”.

Prohibiciones y sanciones económicas

¿Qué conductas arriesgan multa? En primer lugar el acoso callejero. El cual se traduce como actos con connotación sexual contra una persona en lugares públicos, sin el consentimiento de la víctima y que produzca en esta intimidación, hostilidad, degradación, humillación.

También serán sancionadas las manifestaciones ofensivas. O sea, expresiones verbales o físicas que busquen humillar o denostar a una persona por sus características físicas, religión, género, nacionalidad o discapacidades.

Las multas serán de 5 UTM (267 mil pesos aproximadamente) en caso de acoso y de 4 UTM (210 mil pesos aproximadamente) contra ofensas.

No solo a mujeres

Desde el Concejo Municipal, también declararon que esta ordenanza no solo protege a mujeres.

Las sanciones buscan amparar a menores de edad, adultos mayores, personas en situación de discapacidad, personas pertenecientes a pueblos originarios, inmigrantes entre otras más.

Este podría ser un primer paso para poder erradicar el acoso callejero y fomentar una educación cívica sumamente necesaria.