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Ganó el odio: Empresa rusa bajó campaña tras sufrir un boicot por mostrar a mujeres lesbianas

En Rusia, la homosexualidad no es considerada un delito. Sin embargo, la homofobia es muy potente y presente en el país.

Así lo han dejado patente las diversas comunidades LGTBIQ+ locales, que permanentemente han denunciado, violencia, acoso y discriminación.

La falta de derechos y el peligro de ser parte de la diversidad sexual en Rusia tuvo un nuevo episodio estos días.

Tras solo unos días de campaña, la compañía de productos orgánicos y sustentables, VkusVill dio de baja su propio comercial.

¿La razón? En el colorido spot, aparecían cuatro mujeres. La reconocida matriarca y activista Yuma Yuma, sus dos hijas y la pareja de una de ellas.

Ante las amenazas, el odio y el boicot, la cadena cedió y no solo eso, ofreció disculpas públicas por “herir dolorosamente los sentimientos” de sus clientes con la campaña. El mundo al revés.

Violencia y amenazas

La violencia y las amenazas fueron hacia la empresa. Pero también hacia Yuma y su familia.

Las mujeres han tenido que cerrar todas sus redes sociales, bloquear sus números de teléfono y tomar otras “medidas de seguridad” para protegerse de las amenazas que no han parado.

“Creo que el hecho de que se presentara a nuestra familia igual que las otras del anuncio y que habláramos de que puede haber familias felices de distinto tipo desencadenó esto”, se lamentó Yuma.

Subestimé la magnitud de lo que ocurriría”, agregó.

Alina, la hija mayor de Yuma, está enfadada y herida por la “disculpa” de la empresa. “Tuvieron muchas presiones desde arriba, pero me enoja profundamente que tildaran el anuncio como un error”, critica.

Una homofobia “desde arriba”

La familia de Yuma sopesó a fondo participar en la campaña, una de las primeras de una marca grande que incluye a personas LGTBI en Rusia.

Y es que en el país, la legislación no solo establece que estas relaciones son “inferiores” a las heterosexuales, sino que desde 2013, con la conocida como “ley contra la propaganda homosexual”, prohíbe la difusión a menores de materiales que muestren “relaciones no tradicionales”.

Por lo mismo, para ceñirse a la normativa, VkusVill había marcado con una etiqueta roja con el símbolo de “para mayores de 18 años” la publicidad en la que Yuma, Mila y la pareja formada por Alina y Ksenia, aparecen abrazadas y hablando de su veganismo, de reciclaje o de su gusto por el hummus de la cadena.

“Creemos que no presentar a las familias de nuestros clientes reales sería hipócrita”, decía la campaña. “La familia son lazos de sangre o un sello en el pasaporte. Reconsideremos esto. En el siglo XXI, son principalmente las personas que nos quieren, las que siempre nos protegerán, las personas con las que vivimos juntos la vida”, añadía la promoción.

La idea de VkusVill, comentó Mila, les inspiró esperanza. Y al principio recibió buenos comentarios. Pero pronto quedaron ahogados en una inmensa marea de insultos, amenazas y descalificaciones —muchos probablemente organizados—, encabezada por figuras conocidas, como el diputado ultraconservador Vitali Milonov, y que llegaron a exigir incluso una investigación penal.

Una pena que haya ganado el odio y que en pleno 2021, sigan pasando este tipo de situaciones.