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Síndrome de ovario poliquístico: Estudio lo relaciona con posibles efectos a nivel cerebral

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el síndrome de ovario poliquístico afecta a un estimado entre el 8% y 13% de mujeres alrededor del mundo. Esta condición, que suele ser hereditaria, ha sido investigada por años, y un estudio reveló que podría tener efectos a nivel cerebral.

¿Qué es el síndrome de ovario poliquístico?

Se trata de un padecimiento hormonal, que frecuentemente afecta a mujeres en edad fértil. Puede causar desequilibrios hormonales, irregularidades en el ciclo menstrual y, tal como indica su nombre, quistes en los ovarios. Estos distintos síntomas pueden afectar la fertilidad, siendo incluso una de las principales causas de infertilidad en cientos de mujeres.

Esta afección además es crónica, aunque existen tratamientos para mitigar sus síntomas. Entre ellos, mejorar hábitos y muchas veces involucra también tratamientos hormonales, con pastillas anticonceptivas.

Si bien se desconoce la causa exacta, estudios aseguran que sería hereditario. Las mujeres que tienen antecedentes familiares de diabetes tipo dos y el mismo síndrome de ovario poliquístico tienden a ser más propensas a padecerlo.

¿Cuál es su vínculo con posible deterioro cerebral?

De acuerdo a un estudio, realizado por más de 30 años, con más de 900 mujeres participantes de él y publicado en la revista especializada Neurology, tiene un impacto más allá de sólo hormonal y metabólico. La doctora y principal autora de la investigación, Heather G. Huddleston, destacó que si bien se avanza en cómo el SOP en esa materia, poco se habla de sus efectos a nivel cerebral.

Así, su estudio que contó con la participación de 907 mujeres entre los 18 y 30 años, hizo pruebas de memoria, velocidad de procesamiento y atención, y habilidad verbal por 30 años. La investigación reveló que aproximadamente un 11% de las puntuaciones son más bajas en la prueba de atención de las mujeres que padecen ovario poliquístico a lo largo del tiempo. A eso también agrega que las exploraciones cerebrales arrojaron una menor integridad de materia blanca, lo que sugiere un posible envejecimiento cerebral prematuro.

Si bien el estudio tiene sus limitaciones, los autores de la investigación destacan la necesidad de confirmar estos descubrimientos con nuevas exploraciones, para comprender mejor los mecanismos tras estos cambios cognitivos.